Saturday, May 12, 2018

Paren el semestre, me quiero bajar

Llegué al punto en que tengo tantas responsabilidades que me siento o me acuesto a pensar qué haré primero y me doy cuenta de que es mucho y prefiero no hacer nada. Este semestre me ha torturado con todo, cogí 10 materias (cancelé una), me metí en dos torneos de fútbol, pagué gimnasio en la U, conseguí novia y algunos fines de semana trabajo. Gracias a Dios, han habido varios festivos y la mayoría caen los lunes –como éste– (los lunes tengo clase de 8 am a 6 PM). Seré sincero, estoy dejando los trabajos para los últimos días, como el blog que ahora mencionaron por nuestro grupo de Whatsapp del semestre que tendría una segunda nota. Entonces, aproveché que estaba perdiendo el tiempo viendo vídeos en YouTube y, más bien, me puse a escribir.

Son las 12:06, hoy fui a francés, dormí en la tarde (siempre duermo los sábados por el cansancio acumulado de la semana), fui al gym, hace una semana no iba y eso sí es un milagro; ya en la noche vi los Simpsons, no me canso de ellos. Mariana, mi novia, está yendo a casa, andaba en Llanogrande; Juandi, uno de mis mejores amigos, debe estar saliendo del trabajo; mi madre y mi abuela están durmiendo. Afuera llueve, estoy sentado en el piso, en el patio, en la parte que está cubierta, hace frío, pero es soportable. Estoy pensando en que, primero, quiero terminar esta entrada hoy, a pesar de que el profesor me dijo que las dejara en borrador y la releyera después de un rato, pero siento que si la vuelvo a leer mañana, ya no tendría el mismo sentimiento. 

Esta es la mejor hora para pensar, quería escribir sobre el semestre y el estrés y que quiero terminar este semestre para organizar el otro de una manera más consciente, pero escribiré sobre lo que pasa por mi mente. Yo siempre tengo un desorden en la cabeza, pienso muchas cosas a la vez y las voy profundizando de a poco. Ahora pienso que debería cambiarle el título a la entrada, pero perdería drama. Ahora tengo en la mente varias cosas:  a mariana, a mis amigos, la universidad, el futuro, el deporte, y la vida en general.

Amo mucho a Mariana, me enamoré de la nada, estoy sorprendido y feliz por eso, aunque también me preocupo mucho, por mí y por ella, su madre vive en Panamá y no sabe si podrá ir en vacaciones a verla, pienso en que la amo, pero somos muy distintos y desearía una de dos cosas, que deje de fumar cigarrillos o que yo me volviera más comprensivo. También pienso en que amo a mis amigos, a todos, los extraño, quisiera poderles demostrar lo importantes que son para mí, además de agradecerles cada ayuda que me han brindado. Ya quiero graduarme, terminar materias, que me vaya súper, que pase todas las materias, quiero tener dinero, no en demasía, pero quiero ayudar en casa, ser el principal ingreso.

Por último, el deporte y la vida. Las dejo en un párrafo a parte porque son muy importantes. El deporte es una metáfora de la vida, tienes que luchar, ser disciplinado, caerte y levantarte. Sin embargo, también debes regularte, saber cuándo parar o cuando cambiar algunas cosas. Quiero seguir en el gym y jugar fútbol, a pesar de que me quedé en 71 kilos, no me he desmotivado, ¡seguiré! Hasta llegar a los 75 que quiero. Sólo terminaré con la frase que siempre nos decimos Yei (uno de mis mejores amigos) y yo: "nea, la vida es bella", no importa si estamos en la inmunda o triunfando, la vida siempre será bella. 

Thursday, April 19, 2018

No es fácil, pero no me gusta lo fácil

Haber empezado a hacer ejercicio fue una de las mejores decisiones que he tomado. Puede sonar egocéntrico o muy superficial; sin embargo, detrás de la vida 'fit' hay mucho más que sólo un físico bonito, aunque éste sea el resultado más evidente para los demás. En este estilo de vida hay sacrificio, fuerza mental, tristeza, decepción, aprendizaje y mucha lucha, lucha contigo mismo, con los demás, con las mancuernas, barras, discos y ejercicios.

Yo empecé esto porque me sobraba la energía, había dejado el fútbol porque no quería seguir en el representativo de la universidad, (ahí me di cuenta que en la UPB si hay gente muy creída) y soy amante de los deportes. Entonces, empecé a hacer ejercicios en casa con una aplicación en el celular, terminaba sudando de la manera más asquerosa posible, debido a que estaba encerrado. Tiempo después, decidí ir con un amigo al gimnasio libre del estadio, yo solamente lo seguía en lo que él hacía. Sin embargo, llegó el punto en que James (cómo le decimos) dejaba de ir días seguidos y yo aún estaba muy motivado, así que, me volví independiente y hacía ejercicio por mi cuenta, sin compañía. Sabía que debía hacer torso y pierna, un día iba y hacia barras, fondos y lagartijas, al otro sentadillas, zancadas y avanzadas, todo esto con mi peso corporal.

Hasta ahí, todo normal, chévere, lo disfrutaba (nada del otro mundo) me servía de distracción. El verdadero cambio fue el día en que puse 2 discos de 25 libras a cada lado de la barra, me acosté en la banca para hacer pecho, saqué la barra, hice 7 repeticiones y la octava me hubiera matado si no era por James que estaba allí para salvarme. Ese día supe que lo mío era levantar peso que pusiera en peligro mi vida. Desde entonces, llego al gimnasio, a duras penas caliento, me activo haciendo ejercicios básicos, posteriormente levanto los kilos, como me gusta decir. Sentadilla, peso muerto, remo, banca, todos estos por encima de 200 libras hasta las 350, me gusta que pese porque sé que no cualquiera es capaz con todo eso.

Pero hablar de ejercicios, peso, rutinas y de lo que pasa en las 2 horas al día que estás en ese recinto es muy sencillo. Lo realmente complicado es lo que sucede en las 22 horas restantes, dormir lo suficiente, comer bastante para que el músculo crezca, encontrar el tiempo para ir al gimnasio, además de tener ganas de ir (hay días que vas con más compromiso que moral), dejar de lado cosas divertidas para conseguir tu objetivo. Aunque, en realidad, todo eso es soportable cuando estás viendo resultados: ganas peso, te ves más grande, levantas más kilos en cada ejercicio... De esa manera uno siente que vale la pena. Lo peor que te puede pasar o, que al menos, me pasa a mí es cuando te dicen: "Daniel, te veo igual", "estás estancado", o cuando tú mismo te ves y te sientes delgado, se vuelve peor cuando no te sientes delgado, sino que realmente perdiste peso, también están los días en que levantas menos peso, te sientes débil y... Duele.

Duele porque no estás yendo al gimnasio a divertirte, es aburrido muchas veces, es rutinario. No es fútbol, baloncesto, rumba o pilates, deportes en los que te diviertas mientras los haces. Esto es 'bodybuilding' (hacer ejercicio para verte grande y musculoso) y ''powerlifting' (levantar al mayor peso que puedas, es decir, ser muy fuerte), básicamente es levantar peso repetidas veces, nada del otro mundo. Por eso duele, porque es tu tiempo, dedicación, horas de leer sobre ejercicios, rutinas, alimentación para, al final, seguir igual. El gimnasio no es ir para automáticamente ponerte bueno y fuerte, debes luchar, ser constante, disciplinado, dejar otras cosas que te gustan de lado, es ir a pesar del cansancio del trabajo o del estudio, es ir tarde en la noche o temprano en la mañana (o ambas).

Ir al gimnasio no es para cualquiera, es para valientes. Y yo voy porque me gusta saber que no cualquiera puede sostener este tipo de vida.






Thursday, April 12, 2018

El llanto que me hizo volver a nacer

Hace años no lloraba de esa manera, había lagrimeado por una escena en una película de drama, por escuchar historias de terror en la Mega (emisora), por algún recuerdo triste o porque estaba estresado. Pero el llanto que salió de mi este sábado pasado me hizo sentir como si hubiera vuelto a ser un chiquillo de 10 años. La última vez que había llorado tanto fue cuando terminé con Camila (mi última novia) hace 2 años y medio, le lloré de frente, quería que volviera conmigo y me sentía horrible por haber perdido todo ese tiempo con ella nada más para terminar sufriendo –uno en el momento no sabe que esas experiencias valen oro–.

Esa experiencia la afronté solo, los primeros días de sufrimiento los pasé en silencio. Días después llego mi mamá a casa y pude hablar con ella, contarle todo lo que sentía para que, ella con su basta experiencia de madre, me aconsejara y me hiciera sentir mejor. Sin embargo, no lloré con ella porque me sentiría raro y no lloré con mi abuela porque, de un tiempo para acá, le demuestro muy poco lo sensible que soy, debido a lo hiriente que ha llegado a ser conmigo respecto a mi vida y a mis gustos.

Pero, este sábado fui escuchado, comprendido y amado. La razón principal del llanto fue que se me desordenó la vida, yo venía con todo al pie de la letra, cómo yo lo quería, cómo debía ser según lo que yo deseo para mí. Sin embargo, esa noche, después de unos tragos, unas risas, una que otra situacion estresante, ya estaba cogido. Ya no era Daniel, el fuerte, al que nada le importa, el que puede con todo. Era solamente Daniel, el sensible, era esa parte de mí que trato de ocultar porque si se conoce, se aprovecharían de mí. Le llore a 2 personas, a Mariana y al Coste, uno de mis amigos del alma; no tengo ni idea de porque le lloré a Mariana, yo no quería eso, pero mientras conversábamos, sentía que la voz se me iba y que los ojos se me aguaban.

No me gusta demostrarle a la gente que soy débil, ni siquiera a mis amigos cercanos, ellos son los que más fuerte me consideran. Ahora mucho menos quería que Mariana me viera así, pero se me fue, desde que empecé a hablar con ella (le reprochaba algo que me tenía estresado sobre ella) iba sintiendo que me estaba poniendo débil y vulnerable. Llegó un punto en el que no aguanté más, rompí en llanto, no recuerdo si la abracé justo cuando empecé a llorar o unos segundos después; apenas inició mi llanto, no pude terminar, hable con ella, me desahogué, me iba sintiendo mejor, hasta que mi personalidad fastidiosa salió a floté, se enojó conmigo y se fue de la habitación. De ahí me quedé pensando lo mucho que la había cagado, pero ya estaba hecho, también me di cuenta que era ella la que me había desordenado la vida y que debía acabar con eso que nos unía.

Creí que una vez más debería afrontar un problema solo, la dejaría y sufriría en silencio, hasta que el Coste entró a la pieza, solamente fue cruzar el marco de la puerta para yo llorar como un pelaito de nuevo. Le dije: "Coste, la odio. La odio porque la quiero. Ella fue la que me quitó el control que tenía sobre mí vida". Me preguntó que si dejaría que eso me afectara, que si la quería, que si la iba a dejar, que si valía la pena... En realidad, jugó psicología inversa comigo, me dijo que el amor era una mierda, que no me volviera a enamorar, que sería la última vez que sufriría, me dijo todo eso sabiendo que yo le respondería lo contrario: "nea, sí vale la pena, quiero llorar, porque así se que estoy vivo, me gusta sufrir por ella porque así se que me importa como nadie me importa, volveré a llorar mil veces más, porque el amor es lo mejor". Lo vi, nos paramos, salimos y me dio un abrazo; no fue un abrazo fuerte, pero lo sentí en el alma, me hizo sentir muy bien, había vuelto a empezar, había vuelto a nacer después de ese desastre que se había apoderado de mí. De ahí vi a Mariana, sentí la misma emoción que siento cada que la veo y me dirigí a dónde ella estaba acostada.




Thursday, April 5, 2018

Hasta los perros se enamoran

Es un titulo muy gracioso, es de una canción (de reggaeton, no me critiquen), pero teniendo en cuenta que la semana pasada me di cuenta mediante una encuesta que hice en instagram que la gente me considera "perro", no esta de más el título. Estaba, últimamente, en un punto en que sentía que ya no lograría enamorarme, habia conocido muchas mujeres y tenido citas con ellas (entre otras cosas) y, lastimosamente, ninguna había logrado cautivarme de una manera que yo dijera: "uffff, esto es amor". Llegaba al capricho a querer estar con alguna de vez en cuando, sentía que me gustaba, pero no era ningún sentimiento del otro mundo.

Sentía que me había vuelto muy exigente, todas las mujeres tenian su pero: "muy inmadura, muy fea, no va al gym, muy bajita, habla feo..." Entre otras mil razones para no estar con ellas. Y si alguien lograba como pasar esa barrera del gusto, eran muy miedosas (Paola y Aleja, por ejemplo). Me llegué incluso a crear un prototipo de mujer, básicamente debía estudiar, hacer deporte, ir al gym, leer, juiciosa, que no tuviera vicios que me fastidien, entre otros detalles. Paola los cumplía todos, pero faltó el más importante: a la hora de hablar, no me sentía enamorado; yo soy, medianamente, buen conversador, por ello siempre había de que hablar, sin embargo, no había magia en las conversaciones. Nunca podré explicar lo que pasó con Alejandra, pero me dijo que tenía mucho miedo y eso a mí no me gusta, desde entonces metí en mi lista que no podian ser miedosas.

Les contaba a mis amigos que el amor ya no era para mí, que me había vuelto muy independiente y tenía expectativas muy altas que las mujeres no lograrían cumplir. Ahora viene el giro del cuento, llegó de la nada, de un entrenamiento de fútbol, a dónde sólo voy a ser yo por un rato; no fue de Tinder, no fue en el gimnasio, no es amiga de un conocido, no me escribió diciendo que quería conocerme, sólo salió de la nada. Y lo más interesante, va al gym, hace deporte, pero tambíen hay cosas que nos diferencian mucho, mejor dicho, tiene la mitad de las cosas que me encantan y la mitad de las cosas que no soporto, y según mis amigos, es linda, pero quieren una mujer más hermosa para mí. Lo chistoso es que no me importa y se los digo y les cuento de ella de una manera que me terminan diciendo: "Dani, te creo. Estoy feliz por ti". Ella me saca la rabia, me saca sonrisas, hace que el resto de mujeres no se vean tan lindas, hace que quiera estar con ella todo el tiempo, a pesar de que me gusta estar solo, ella me dio donde era... En el corazón. Y la lista que tenía... No sirvió para nada.

Saturday, March 17, 2018

Mi abuela

El amor es lo más extraño, ilógico y absurdo que yo he conocido. Mi abuela y yo somos polos opuestos, nos separan como 50 años, un poco menos, entonces nuestras maneras de pensar son demasiado distintas. Ella cree que solo existe una forma de hacer las cosas: la que ella dice; cree que siempre tiene la razón; no acepta el pensamiento liberal, odia los gays, los negros, cree que la gente siempre te va a hacer una maldad, piensa mucho en el dinero, para tener lujos, etc.

Yo, como ya mencioné, soy muy distinto. Esta nueva era me ha hecho un pensador más abierto, confío más en la gente, creo que los amigos existen, en la sinceridad de la gente, creo que la felicidad viene de adentro, en fin... Esto no es sobre mí.  A lo que quiero llegar es que si mi abuela no fuera mi abuela, no la amaría, es chistoso cómo un parentesco hace que el amor nazca así de la nada.

Muchas personas son apoyados en sus vidas por sus padres, abuelos, tíos. Personalmente siempre tendrán con quién hablar de temas difíciles, yo con mi "Lita" como le digo, nunca he sentido eso. Si la llego a cagar, ella va a ser la primera que la monta, eso me mente más presión de la que ya tengo (siento que debo sacar adelante a mi familia y si me lo recuerdan, me asusto mucho más) que es mucha porque soy demasiado exigente conmigo mismo.

A pesar de todo esto, la amo.¿Por qué? ella me demuestra que me quiere levantándose temprano, haciéndome el almuerzo, cantándome el cumpleaños cada 17 de febrero, aceptándome un poquito más después de cada pelea, volviéndome a recibir después de cada echada de la casa. Me amó de manera incalculable cuando se vino de Rionegro para que me quedara mucho más sencillo vivir aquí que cuando estaba solo. Mi abuela me ama, no sé por qué, yo a la casa traigo todo el estrés que tengo en el día, soy muy simple para los detalles, aunque sincero, doy todo de mí, pero ella no lo sabe. Yo la amo porque... no tengo idea, esa señora es insoportable, pero si me llega a faltar, me muero.

Este no es el escrito más bonito, pero es el más sincero.

Monday, March 12, 2018

La vida te va a golpear duro

A lo largo de mi vida me he dado cuenta de que nunca existirá una felicidad completa, siempre habrá algo que arruine la armonía. El estudio, la plata, el amor, el trabajo, la familia, los amigos, siempre uno o varios de esos aspectos fallarán mientras que los otros están en su punto, nunca podrás lograr que todas estén en perfecto equilibrio, no se puede lograr esa plenitud. Hablo, obviamente desde mi punto de vista, si alguien lo ha podido alcanzar, que me diga el secreto. 

Esto lo descubrí hace tiempo ya, y desde entonces, vivi sabiéndolo. Lo que más me ha falla a mí es, o la familia o el amor, el resto como que lo mantengo bien, incluso el aspecto económico que siempre es tan problemático. Sabía que si en la casa estaba todo perfecto, algo por fuera se iba a dañar o que si conseguía un nuevo amor, algo iba a pasar. 

Sin embargo, esta semana se me junto todo, perdí peso, no le estoy dando al gym seguido, tengo mil trabajos en la universidad, la niña que me gusta me dijo que no quería nada serio, mi abuela se fue de vacaciones (o sea que debo hacer todo en la casa)... Mejor dicho, estoy tirado. Un buen ejemplo de eso es que yo soy muy obsesivo y organizado, pero en este momento, hoy lunes, estoy haciendo la entrada al blog que tenía que hacer ayer; no he comido, mi casa está sin barrer y tengo sueño, tanto que no fui a entrenar, si me lee un conocido sabrá que, para mí, es un pecado saltarme un entrenamiento. 

Al menos, esta semana estoy mejor, la pasada tenía ganas hasta de llorar. Hace años no me sentía tan deprimido. Mis amigos me intentaron animar diciendo que yo era fuerte, juicioso, que soy alguien luchador... y, en realidad, es verdad, he pasado por cosas horribles. Pero, uno en un momento maluco, no cree en nada de eso, el sentimiento de melancolía y la tristeza ganan, somos seres de emociones. 

La conclusión de esta entrada no es ninguna en especial, solamente quiero desahogarme. Creo que sí es verdad que sirve escribir los sentimientos, se siente un desahogo, quedas más calmado. Gracias al que me lea, me siento escuchado y eso es muy alentador.

Saturday, March 3, 2018

Yo creí que sólo los hombres no querían amor

Cumplí 2 años soltero, lo sé, no es mucho, pero soy joven y uno pone problema por todo. Llegó el punto en que quería una relación sería, así sea solamente para arruinar las cosas (quería utilizar una expresión más paisa y soez, pero hay que mantener el respeto). El caso es que quería volver a tener esa persona especial en mi vida, una novia para que siempre esté ahí, que dé apoyo y para tener sexo (no nos engañemos).

No hablo sólo porque quisiera tener relaciones, desde ahí empezó el problema. He estado, estos dos años, con varias mujeres y sólo era para eso, ellas lo sabían, yo lo sabía y nadie ponía problema. Me creí suertudo ya que muy pocas mujeres se encapricharon conmigo y muchas de ellas eran relajadas con el tema de que solamente fuéramos un juego. Sin embargo, me di cuenta de que en realidad la mayoría de las mujeres no quiere nada serio, o yo soy muy de malas, una de dos. He descubierto 2 tipos de mujeres, las miedosas y las "¿Daniel, qué hace?", pregunta que le hacen a uno para saber si uno está ocupado y... el resto lo dejo a la imaginación de lector.

Primero, hablaré de las miedosas. Me llegaron a interesar mucho 2 mujeres, juiciosas, deportistas, estudiantes, hablaban chévere (una más que la otra), "meras mujeres", como digo yo cuando una chica me cautiva. Todo esto hasta el punto en que les dije que fuéramos novios, lo chistoso es la respuesta y las actitudes que tuvieron posteriores a la propuesta. La diferencia entre Paola y Aleja son unos 3 meses, pasó lo siguiente: me dijeron que yo le gustaba mucho, pero que les daba miedo, porque no querían salir lastimadas o que, tal vez, me saldrían lastimando a mí; yo les respondía con el corazón abierto y sincero que eso no pasaría, lo haríamos funcionar (de verdad yo estaba metido al 100%); los primeros días estaban excelente, nos veíamos, la pasábamos bueno, hasta que un día me dijeron (cada una en su momento): "Daniel, lo siento, es mejor que dejemos así, te quiero, pero no podemos estar juntos". Lo chistoso o doloroso, es que sé que sí me querían, aunque, también tenían mucha desconfianza.

De ahí, otra vez sexo, sexo y sexo, a pesar de lo bueno que puede sonar, es muy tedioso, no hay nada como tener una persona que te abrace y sientas su cariño. Estos últimos días estaba maluco porque me estaba hartando de las mujeres que le ponen a uno puros mensajes sugestivos. De la nada conocí a una mujer, vi que tenemos mucha conexión, es tierna, le agrado, demuestra mucho interés en mí, también hace deporte, las conversaciones son de lo mejor. Ya estaba dejando de contestar los mensajes de las otras chicas porque ésta me estaba empezando a llenar. Cuando estábamos conversando, le pregunté: "¿vos qué estás buscando?", a lo que ella me respondió: "Dani, por ahora, nada serio".